¿Alguna vez se ha preguntado sobre los sistemas de sonido de calidad de sala de conciertos y cristalinos en los vehículos de lujo? Contrariamente a lo que muchos asumen, estos sistemas de audio premium no son desarrollados internamente por los fabricantes de automóviles. En cambio, son el resultado de asociaciones estratégicas entre líderes de ingeniería automotriz y de audio.
La Armonía Perfecta: Colaboraciones Automotriz-Audio
Este matrimonio de experiencia automotriz y de audio no es nuevo, se remonta a la década de 1980. Los fabricantes de automóviles, particularmente las marcas de lujo, colaboran con empresas de audio de renombre mundial para crear experiencias de sonido inmersivas adaptadas específicamente a los entornos acústicos únicos de sus vehículos.
Crear un audio excepcional para automóviles no se trata simplemente de ensamblar componentes de alta calidad. Es un arte complejo que combina acústica, ingeniería electrónica y diseño automotriz. El desafío radica en ofrecer un sonido óptimo dentro de los espacios confinados e irregulares del interior de un vehículo.
Estas asociaciones benefician a ambas industrias. Los fabricantes de automóviles mejoran el atractivo y el prestigio de sus vehículos al asociarse con marcas de audio respetadas, mientras que las empresas de audio obtienen acceso a nuevos mercados y segmentos de clientes a través de la integración automotriz.
Colaboraciones icónicas que dieron forma al audio automotriz
General Motors y Bose: Pioneros del concepto
En 1983, GM y Bose lanzaron lo que se convertiría en el modelo para las asociaciones de audio automotriz. Los ingenieros de Bose desarrollaron sistemas personalizados para los modelos de lujo de GM, que incluían:
- Altavoces compactos en recintos especialmente diseñados
- Amplificadores de 25 vatios por altavoz
- Marca distintiva Delco-Bose
En la década de 1990, estos sistemas duplicaron su potencia, estableciendo nuevos estándares que inspiraron colaboraciones entre Bose y otros fabricantes de automóviles, incluidos Mercedes-Benz, Audi y Mazda.
Ford y JBL: Una oportunidad perdida
Ford comenzó a trabajar con JBL en 1980, pero inicialmente no logró capitalizar el prestigio de la marca de audio, comercializando los sistemas simplemente como "sonido premium" sin la marca JBL. Para cuando Ford reconoció el valor de JBL en 1986, la asociación nunca alcanzó su máximo potencial y finalizó en 1997.
BMW y Harman Kardon: Excelencia técnica
A mediados de la década de 1990, BMW eligió a Harman Kardon para equipar su Serie 3 (E36) con un sistema avanzado que incluía:
- Altavoces montados en las puertas
- Subwoofer en el hueco para los pies
- Altavoces traseros mejorados
- Amplificador dedicado
Esto estableció la reputación de Harman Kardon en el audio automotriz, expandiéndose más tarde a través de su familia de marcas, incluyendo JBL, Infinity y Mark Levinson.
Audi y Bang & Olufsen: Audio teatral
En 2005, Audi se asoció con la marca de audio de lujo danesa Bang & Olufsen para el A8, creando un sistema con:
- Tweeters motorizados que se elevan desde el tablero
- 14 altavoces con carcasa de aluminio
- Salida de 1.000 vatios
Esta colaboración estableció nuevos puntos de referencia tanto para el rendimiento de audio como para el drama visual en los sistemas de sonido automotriz.
El valor del audio premium instalado de fábrica
Estos sistemas de fábrica demuestran que el audio automotriz excepcional no requiere modificaciones del mercado de accesorios. Los vehículos de lujo modernos ofrecen una calidad de sonido que rivaliza con los sistemas de audio domésticos, con el beneficio adicional de una integración perfecta en el diseño y la electrónica del vehículo.
Para aquellos que buscan funciones adicionales como radio satelital, existen soluciones que preservan los sistemas de fábrica al tiempo que agregan funcionalidad a través de adaptadores especializados que mantienen la estética y la integración de control del vehículo.